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viernes, 31 de agosto de 2007

Ortorexia: patología alimentaria de alto riesgo


Bertilda Herrera Anria
periodistas@estrelladepanama.com

Quizás ha podido observar que algunas personas al momento de realizar compras en el supermercado invierten más tiempo de lo común en leer el contenido nutricional de cada producto.
Desde el punto de vista de regulación de lo que consumimos, parece ser un excelente hábito. Sin embargo, cuando este comportamiento pasa a ser una obsesión podemos asegurar sin temor a equivocarnos, que nos encontramos frente a alguien que sufre de ortorexia.
La ortorexia es la obsesión por comer saludable. Es un trastorno alimentario, que junto con la bulimia y la anorexia es una patología en el orden alimenticio que puede interferir negativamente en la vida de la persona que la padece.
Generalmente, las personas que padecen dicha patología prefieren pasar hambre (incluso por largos períodos de tiempo), a comer alimentos que (a su parecer) son "impuros". Es decir, alimentos con altos contenidos de aditivos, grasas, etc., pudiendo dejar de ir a restaurantes, comida rápida o fast food, e incluso a casa de familiares y amigos por el simple temor de los alimentos que puedan llegar a ingerir.
Las personas con ortorexia se imponen fuertes restricciones de alimentos, lo cual repercute directamente en su salud, produciéndoles hipotensión y carencias de vitaminas y calcio (osteoporosis).
Esta enfermedad ataca generalmente a los adolescentes y adultos jóvenes y avanza en forma gradual. Se inicia con el simple ritual de revisar cuidadosamente las etiquetas de los envases de los alimentos para saber cuáles son sus contenidos nutricionales.
Con el tiempo se llega hasta dejar de comer, lo que contiene algún elemento artificial o grasa por considerarlo impuro o dañino para la salud.
Su dieta se basa en productos orgánicos. Se ritua-liza la preparación, al punto de usar recipientes de ma-teriales especiales, cortar las verduras de forma determinada, además de buscar un ambiente especial para comer y masticar determi-nado número de veces los alimentos.
Los especialistas señalan que quienes sufren ortorexia no muestran excesiva delgadez, al contrario de los que sufren de anorexia.
Los enfermos suelen ser obsesivos, perfeccionistas y extremistas, sobre todo cuando de salud y comida se trata. Si rompen los estándares que se han impuesto cambian repentinamente de humor y tienen sentimien-tos de culpa, pero siempre argumentarán que pueden controlar sus hábitos y jus-tificarán sus acciones al decir que todo lo hacen por el bien de su salud.
Quienes sufren de este trastorno no tienen una vida social normal, ya que constantemente incluirán el tema de la alimentación saludable en sus conversaciones y evitarán asumir responsabili-dades y retos propios de su edad para ocupar ese tiempo para pensar en la comida.
Las consecuencias pueden ser serias y la persona que sufre de ortorexia puede desarrollar cuadros de anemia, sufrir infecciones y desmayos, además de anoma-lías del sistema cardiaco o variaciones de su presión arterial por el déficit de vitaminas y minerales.
Los sicólogos explican que un enfermo de ortorexia no se puede curar solo, ya que la persona no tiene conciencia de la enfermedad.
Ellos nunca admitirán que están enfermos, por lo que es fundamental que sus familiares lo apoyen y lo lleven a un centro hospitalario, en donde puedan recibir ayuda profesional.
En estos momentos juega un papel fundamental la familia, quien debe recordarle al paciente que es valioso por sus cualidades y talentos y no por su apariencia física. De esta forma se fortalece su autoestima y se le aleja de las obsesiones, que lo lleva a buscar aprobación y reconocimiento de la sociedad.
Aunque aún no se tienen suficientemente contrastados los síntomas, ya se tienen ciertos criterios básicos para poder diagnosticar (o cata-logar) a un individuo como ortoréxico, siendo estos:

*Dedicar más de 3 horas al día a pensar en su dieta sana.

*Preocuparse más por la calidad de los alimentos que del placer de consumirlos.

*Disminución de su calidad de vida conforme aumenta la pseudocalidad de su alimentación.

*Sentimientos de culpabilidad cuando no cumple con sus convicciones dietéticas.

*Planificación excesiva de lo que comerá al día siguiente.

*Aislamiento social provocado por su tipo de alimentación.

Más datos
1. La ortorexia puede aparecer asociada con la vigorexia u obsesión por el ejercicio.

2. Una persona con trastornos alimenticios puede verse predispuesta a presentar otro tipo de conductas adictivas.

3. Vivir con una persona con conductas adictivas predispone a sufrirlas también, pues se puede actuar por imitación.
 

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